La noche que soñé con Ekron-Dagan: un relato desde dentro del Continuus Nexus
No fue un sueño cualquiera. No fue uno de esos viajes mentales confusos que se disuelven con la primera luz de la mañana. Aquella noche, en mi apartamento de Chapinero Alto, desperté con el corazón acelerado y la sensación física de haber estado en otro lugar. Un lugar que, hasta entonces, solo conocía por las páginas de Tolmarher: Ekron-Dagan . En el Continuus Nexus , Ekron-Dagan es más que un sector del espacio. Es una herida abierta en la realidad, un límite donde las leyes que conocemos empiezan a desmoronarse. Y allí estuve. O al menos, mi mente lo estuvo. El borde del abismo En mi sueño, viajaba en una nave pequeña, con los motores vibrando como si fueran tambores lejanos. Afuera, el espacio estaba plagado de luces que no eran estrellas: destellos que se encendían y apagaban como si respiraran. Sabía que estaba llegando al borde, porque las coordenadas del panel coincidían con las que Mayra menciona en La Exomante . Y entonces lo vi: un muro de oscuridad que no era ause...